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Psicología de la Intervención Social

¿Algo no va bien? 

La Psicología de la Intervención Social tiene como objetivo mejorar la calidad de vida y asegurar el bienestar de todas las personas, así como prevenir o reducir el impacto de las situaciones adversas que pueden aparecer a lo largo de la vida y que pueden requerir de un apoyo psicológico especializado.

Trabajamos con las personas y con la comunidad donde se relacionan y desarrollan, implementando acciones que pretenden generar comportamientos de auto-cuidado y las estrategias psicológicas de afrontamiento efectivas y, a su vez, promover los cambios necesarios en sus contextos relacionales (familia, amistades, vecindario y otros grupos de pertenencia) y con las organizaciones sociales de su entorno (centros educativos, asociaciones, comercios de proximidad, centros de día y residenciales, etc.).

De esta forma, favorecemos la resiliencia que permite afrontar con más probabilidades de éxito situaciones propias situaciones propias de cada etapa de la vida y las diversas circunstancias que pueden sobrevenir (dependencia, desempleo, desahucios, exclusión social, violencia, maltrato, soledad no deseada, conflictos familiares, procesos migratorios, separaciones afectivas, responsabilidad del cuidado de otras personas, etc.).

En definitiva, la Psicología de la Intervención Social capacita a las personas y a sus entornos relacionales para prevenir la aparición- o la cronificación y agravamiento- de situaciones que puedan impedir disfrutar de un desarrollo vital que genere bienestar psicológico.

 

Podemos ayudarte

Los y las psicólogas de la intervención social trabajan con perfiles poblacionales o ámbitos muy diversos, entre otros:

  • Personas mayores: prevención e intervención en situaciones de soledad no deseada, de aislamiento, de maltrato; Atención en los procesos de adaptación ante los cambios vitales (como la jubilación); Estimulación cognitiva; Afrontamiento de los procesos de duelo; Promoción de la autonomía, de la participación social y del envejecimiento activo, etc.
  • Familia y otras unidades de convivencia: promoción de vínculos afectivos seguros en las relaciones familiares; mediación en situaciones de conflicto en la convivencia; intervención en situaciones de violencia intrafamiliar; acompañamiento en procesos de adopción y acogimiento; en situaciones de crisis o ruptura de pareja etc.
  • Personas con discapacidad: estimulación temprana, rehabilitación, reducción del impacto de la discapacidad en los procesos educativos, laborales, en las relaciones interpersonales, etc. Fomento de la igualdad de oportunidades y la equidad, la integración al entorno familiar, escolar, laboral y comunitario, etc.
  • Personas migrantes o refugiadas: información, orientación y acompañamiento, para promover la integración social y autonomía. Acciones para luchar contra estigmas y prejuicios sociales. Intervención en los procesos de reagrupación familiar, en los procesos de duelo, etc.
  • Personas con problemas de adicciones: prevención, tratamiento y rehabilitación en todo tipo adicciones, incluido el juego y el uso abusivo de redes sociales; reducción de riesgos y daños asociados al consumo abusivo.

Mujer: promoción de la igualdad, inserción laboral, prevención de la violencia machista o intervención sobre las secuelas y el impacto psicológico que generan tipo de violencia, etc. Estos son solo algunos ejemplos de situaciones y aspectos en los que la Psicología de la Intervención Social puede ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida y prevenir dificultades. Pero existen muchas más (inserción socio-laboral; diversidad afectivo-sexual y de género; cooperación, ayuda humanitaria y educación para el desarrollo; Psicología del medioambiente; rehabilitación e inserción comunitaria en salud mental; etc.). 

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