Psicología Clínica de la Salud y Psicoterapia

¿Algo no va bien? 

En los últimos tiempos estamos notando un incremento en las consultas de Psicología sobre diversos problemas de salud mental en diferentes áreas: depresión, ansiedad, adicciones, duelos no resueltos, burnout, problemas en el estado de ánimo, alteraciones en la alimentación y sueño…

En ocasiones conviene detectar algunos síntomas asociados a un posible trastorno, patología o problema de salud mental.  Algunos de estos síntomas pueden ser: ánimo decaído la mayor parte del día, pérdida de interés/placer por las cosas, pérdida o aumento de peso, agitación, alteraciones en el sueño, dificultades para tomar decisiones o para concentrarse, pérdida de energía, miedo o temor intenso o persistente frente a algo, pensamientos obsesivos, sentimientos de inutilidad, culpa…

Podemos ayudarte

Los profesionales de la Psicología podemos ayudar a las personas que acuden a nuestras consultas de diferentes formas, con el objetivo final de mejorar su estado de ánimo, y mejorar su calidad de vida:

En primer lugar, el profesional de la Psicología realiza una valoración, o evaluación inicial para conocer el estado emocional de la persona que ha decidido mejorar diferentes aspectos de su vida.  En algunos casos podrá aplicar pruebas, o usar diferentes herramientas psicológicas.

A través de diferentes técnicas, adaptadas a cada caso, el profesional de la Psicología realiza una intervención o tratamiento para dotar al paciente de las herramientas, estrategias y recursos que puedan ayudarle en la mejora de su estado de ánimo.

El profesional de la Psicología va acompañando al paciente a lo largo de todo el proceso de psicoterapia. 

Su duración puede variar en base diferentes aspectos: tipo de patología, gravedad, afectación en su vida diaria…

Según el paciente va mejorando, el psicólogo o la psicóloga realiza un seguimiento para poder afianzar las estrategias adquiridas en el proceso.  Estos recursos son un aprendizaje para la vida de la persona, que podrá aplicar en un futuro frente a otras posibles situaciones o adversidades que pueda surgirles.  Es un aprendizaje y proceso para toda vida, y en caso de necesidad, siempre puede recurrir a la Psicología, para poder seguir cuidándose, y mejorando, por tanto, su calidad de vida.

Los profesionales de la Psicología sabemos que no es fácil confiar intimidades a una persona que inicialmente es un desconocido/a.  Para ello, es fundamental confiar en la profesionalidad de la persona, así como en la validez y rigor de la Psicología, teniendo en cuenta que la confianza y vínculo terapéutico es un pilar fundamental para la evolución y mejora del paciente. Es necesario un trabajo en equipo, donde todas las personas involucradas se impliquen a lo largo de todo el proceso.

• Población infantojuvenil

Los problemas de salud mental en la población infantojuvenil han sufrido un terrible incremento en los últimos tiempos, detectando un mayor número de casos con problemas del estado de ánimo, autolesiones, adicciones, alteraciones en la alimentación o sueño, pensamientos o intentos de suicidio, problemas en las relaciones sociales, acoso o bullying...

Es importante detectar los indicios que pueden manifestar un problema en la población infantojuvenil: cambios de humor, bajo rendimiento académico, alteraciones en la alimentación o sueño, manifestaciones negativas sobre uno mismo, aislamiento, pérdida de interés por cosas que antes disfrutaba, estado de ánimo decaído, baja autoestima…

Ante estos casos conviene recurrir a un profesional de la Psicología para descartar posibles problemas de salud mental.

El profesional de la Psicología, contando con la colaboración de sus cuidadores primarios, (padres, tutores… etc.) realizará una evaluación del caso, recogiendo información, y en algunos casos pasando pruebas, para poder valorar posibles síntomas psicológicos. 

Tras una evaluación inicial, el profesional de la Psicología realizará una devolución, tanto a los cuidadores primarios, como al menor, adaptando dicha devolución a las características del menor, de los resultados obtenidos, realizando una propuesta de tratamiento.

Durante el tratamiento se llevarán a cabo diversas intervenciones, dotando al menor, y su familia, de los recursos y habilidades, para entender, afrontar y adquirir las estrategias para desenvolverse de una manera más saludable en su día a día.

La duración de los tratamientos es muy variable en función de las características de cada caso.  Es importante que se genere un vínculo de confianza entre el psicólogo o psicóloga y el paciente menor, así como con sus cuidadores primarios, de cara al desarrollo del proceso, y evolución de caso.

• Personas mayores

En personas mayores, en ocasiones detectamos una alteración en su estado de ánimo,  deterioro cognitivo en sus capacidades, que puede estar asociado con problemas de salud mental, motivado por diferentes causas (soledad no deseada, nido vacío de los hijos, enfermedad sobrevenida, limitación física, jubilación…).

Ante cualquier duda conviene consultar con un profesional de la Psicología para que pueda realizar una valoración del caso, y estimar si existe algún problema psicológico que requiera de un tratamiento o intervención concreto.